El ecosistema sanitario -desde el médico hasta proveedor de instrumental pasando por las aseguradoras- vive hoy una revolución sin precedentes. El poder del dato, la extensión de dispositivos como los wearables, el imparable impacto del internet de las cosas o la fuerza de la inteligencia artificial abren la puerta a una nueva era de la medicina, que es más personalizada, predictiva y participativa que nunca.