Como cualquier paso o decisión que tomamos en nuestra vida profesional, llegado el momento de invertir en tecnología nos aparecen las dudas sobre si estamos haciendo lo correcto o si acertaremos con esta elección, y debemos resolverlas. Resolverlas de una forma técnica y seria, no por los cantos de sirena que nos llegan por todos los sitios. Muchos de ellos ofreciéndonos importantes ahorros de costes de la producción, de forma inmediata, como si de magia se tratara.
¿Cómo podemos resolver nuestras dudas?
La resolveremos con unos estudios serios para confirmar que estamos haciendo lo correcto.
Cuando decidimos invertir en tecnología, decidimos aprovechar las oportunidades que ésta nos ofrece, para poder ser más competitivos y conseguir de nuestra producción:
- Agilizar el lanzamiento de nuevos productos al mercado
- Mejorar la flexibilidad, al poder realizar lotes más pequeños y personalizados
- Aumento de calidad, una mayor trazabilidad y genealogía integrada
- Aumento de la eficacia, optimizando los recursos de producción
Empezaremos con una consultoría de nuestros procesos, para saber cuales de ellos son mejorables, mediante la implantación de tecnologías. Es una parte muy importante del proyecto, será lo que siente las bases de toda la implantación. Se recomienda una empresa externa y especializada, que sea capaz de sacar nuestras miserias para mejorarlas. Haciendo una mejora continua, localizando los desperdicios y sacándolos de la cadena de valor de nuestro producto. Solo así bajaremos a la tierra y podremos dejar solo aquello que nos aporta valor a nosotros y al cliente. Lo que no aporta valor al cliente, no se hace.
Todas las tecnologías que nos ofrece el mercado no tienen porqué ser adecuadas para nuestros procesos, debemos buscar aquellas que nos solucionen nuestras necesidades y se adapten a nuestros procesos productivos, no al revés; que nos tengamos que adaptar nosotros a ellas.
Esto se hace con un profundo estudio y conocimiento de los procesos y tecnologías del mercado. Buscando la mejor solución, no perdiendo el foco de la rentabilidad y retorno de inversión o información para darnos la visibilidad necesaria de nuestra planta.
Tecnologías de mercado
Debemos optar por tecnologías de mercado, no por productos a medida, que nos mantendrían unidos por siempre a los proveedores del servicio, sin posibilidad de comparar o sustituirlos, con todos los problemas que os pueden acarrear en caso de discrepancias o cese de actividad del proveedor. Los productos licenciados o de mercado, (Siemens, Schneider Electric, Allen Bradley, etc..), nos ofrecen continuo soporte y actualizaciones del mismo, mereciendo la pena asumir el sobre coste de mantenimiento que pudiese tener. No quedándose obsoletos ante los continuos cambios de sistemas operativos de Windows.
Tecnologías aplicadas a la producción
Las tecnologías aplicadas a la producción, nos facilitarán mucho la vida a la hora de la toma de decisiones, nos permitirá hacer tangibles nuestros procesos, saber dónde estamos, para poder aplicar mejoras y en tiempo real y saber si estas son eficaces o por el contrario perjudican al proceso. Serán capaces de apórtanos la información necesaria para conocer los costes reales de nuestro producto, haciéndonos mas competitivos frente a nuestra competencia.
Muchas de estas tecnologías se encuentran en la nube, y son de pago por uso, por lo que las inversiones iniciales son menores, ya que no requiere la compra de licencias y mantenimientos, ni grandes inversiones en infraestructuras como servidores.
Es una aventura a la cual debemos atrevernos para no perder el tren de la productividad y poder seguir mejorando nuestra producción día a día.