Las facultades y escuelas de Ciclos Formativos ofrecen estudios orientados a la automatización y control informático del sector logrando niveles de ocupación de hasta el 100%
“Quienes han estudiado materias tecnológicas tienen un listado de empresas entre las que puede elegir trabajar, ya no tienen que buscarlas”, explica la directora del área de Personas de Sothis
“El nivel de ocupación de nuestros alumnos es del 100%. Las empresas necesitan gente con talento, y hay mucha necesidad del mismo en la Industria 4.0”. Son las palabras de Adolfo Hilario, coordinador del Diploma de Especialización en Instalación, Configuración y Programación de Sistemas de Automatización Industrial, que se imparte en la Universitat Politècnica de Valencia (UPV). No se trata de un caso aislado. La conocida como Cuarta Revolución Industrial que tiene en la automatización, el uso del Big Data y la hiperconectividad como pilares fundamentales, se ha convertido ya en una salida laboral no de futuro, sino de presente. La consultora británica especializada en reclutamiento, Michael Page, incluso cifraba en un 50% el aumento de demanda de especialistas en tecnología aplicada a la automatización industrial en el primer semestre de 2017.
“Los perfiles tecnológicos son muy demandados, tanto si los aspirantes han estudiado un ciclo formativo como una carrera. Las tasas de incorporación están rondando el 100% y es importante que este dato llegue a los estudiantes incluso antes de empezar el Bachillerato, para que lo puedan tener en cuenta a la hora de elegir su futuro”, reflexiona Verónica Aldazosa, directora del área de Personas de Sothis, líder en implantación de la Industria 4.0. De hecho, Sothis ofrece en la actualidad más de 80 puestos de trabajo tras incorporar 150 personas en el último año.
Aldazosa destaca que “hoy en día el alumno que ha finalizado sus estudios en materia tecnológica sale con un listado de las empresas en las que puede trabajar. Ya no es como antes, que tenían que buscarlas. Por eso se ha cambiado la orientación en la que se recluta ese talento, ya que hay una amplia demanda de las empresas y por ello tenemos que ser creativos y explicarles qué les vamos a ofrecer que nos diferencie como empresa”. En el caso de los universitarios, explica que hay una brecha entre lo aprendido en clase y la especialización que busca la empresa, un hecho que motiva que “se premien las habilidades y competencias. Se identifica a aquellas personas que tienen pasión y se esfuerzan y la empresa luego tiene el deber de seguir formándoles”.
Ingenieros mecánicos, navales y hasta químicos
Al citado diploma de la Universitat Politècnica de València llegan tanto “estudiantes que han terminado el Grado o que están realizando un máster, así como profesionales que quieren profundizar o formarse en automatización”, señala Adolfo Hilario. Cuenta que en un principio pensaban que quienes iban a interesarse en esta formación serían perfiles profesionales específicos de automatización. Sin embargo, han visto que en la Industria 4.0 quieren entrar desde ingenieros mecánicos, especializados en telecomunicaciones, industriales, pasando por electrónicos, ingenieros navales o químicos.
“La FP está viviendo un buen momento, no compite con la universidad, son complementarios, puesto que son perfiles distintos que también se necesitan en el seno de las empresas”, cuenta por su parte Fernando Lucía, tutor de Formación en el Centro de Trabajo del Centro Integral de FP Santa Catalina, en Aranda de Duero (Burgos). En esta ciudad Sothis tiene una de sus sedes y ha creado una interesante sinergia con la citada escuela: sus trabajadores provienen prácticamente en su totalidad de este centro de FP.
“Dentro de la formación se encuentra la rama de Redes y la de Desarrollo de Aplicaciones Web, con el grado medio de Sistemas Microinformáticos, y cada dos años se introduce el Ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma en el lugar del de Aplicaciones Web. El motivo reside en la evolución del mercado y en cómo va la colocación laboral de los alumnos. Si hacen el Ciclo de Desarrollo de Aplicaciones Web, a los dos años pueden hacer el de Multiplataformas en un solo un año. De esta forma en tres años de estudio tienen dos ciclos”, explica Lucía. “Más del 60% del alumnado encuentra trabajo cuando finaliza estos ciclos. La FP introduce prácticas en las empresas y abre muchas puertas”, añade.
Tres meses entre hacer un máster en SAP y encontrar empleo
A los FP y diplomaturas se suman los másteres como opción para meter cabeza en la Industria 4.0. “Empresas de reclutamiento nos han preguntado por bolsas de empleo en el máster y hemos tenido que decir que no teníamos porque todos nuestros egresados están trabajando en consultoría SAP”, cuenta Rafael Monterde, director del Máster de SAP en la UPV. La totalidad de los alumnos de este máster encontraron trabajo antes de los tres meses posteriores a su paso por el mismo.
En este sentido, cabe destacar también el nuevo Máster en SAP S/4HANA Sales & Retail de EDEM Escuela de Empresarios, título propio de la UPV y que arranca su primera edición este curso 2018-2019. La novedad de esta titulación es que permitirá a sus alumnos obtener una certificación para poder trabajar como consultor SAP Ventas y Distribución.
El software de gestión empresarial SAP es esencial en la industria inteligente ya que ayuda a monitorizar, automatizar y analizar los procesos y datos que intervienen en la empresa. Según Monterde, “cada vez más empresas usan SAP como sistema de gestión de la información y por ello en las entrevistas de trabajo empieza a ser habitual la pregunta ‘¿Sabes SAP?’”. Rafael Monterde también codirige el Máster de EDEM, título que forma en la generación S/4HANA, la última innovación de SAP que ha supuesto una revolución (la propia compañía SAP lo calificó como su lanzamiento más importante en 23 años) y que están empezando a implementar empresas y grandes multinacionales.
Un consultor SAP analiza los procesos de negocio del cliente, los convierte en un modelo y adapta las funcionalidades de la Planificación de Recursos Materiales (ERP) para que se ajuste a las necesidades del cliente “como un traje a medida”. Esta consultoría, apunta Monterde, ha sido siempre muy demandada, y explica que “ha tenido una remuneración por encima de la media, incluso en época de crisis”.