Automatizar la administración de las TI introduciendo nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) o el Machine Learning (ML) constituye la revolución necesaria para conseguir que la red corporativa esté alineada con las necesidades del negocio.
En la actualidad, la mayoría de las redes corporativas requieren del trabajo manual de los administradores para crear las configuraciones que detallen, en cada dispositivo, las acciones que debe ejecutar, utilizando para ello una interfaz de línea de comandos. La proliferación de dispositivos y datos ha provocado que los costes operativos de administración de TI se disparen. Esto se debe a que casi todos los cambios se llevan a cabo de forma manual, lo que consume tiempo, dinero y facilita que se cometan errores proclives a generar riesgos y disminuir la postura de seguridad. Restar complejidad a esta tarea de administración permite que el departamento de TI pueda enfocarse en la innovación y optimización del diseño de la arquitectura TI. Con lo que la organización ganará en eficiencia, eficacia y seguridad.
¿Qué ocurriría si la red corporativa fuera capaz de alinear de forma automática su oferta con las necesidades del negocio en cada momento, que bastase con cargar en ella la información de algún propósito concreto de negocio y fuera la red, a través de tecnologías de IA y ML, la que hiciera el resto?
Este es, justo, el planteamiento que subyace en el diseño de la red IBN (Intent-Based Network) o red basada en la intención.
¿Qué es la red basada en la intención o red IBN?
La red basada en la intención es una red administrada por controladores que capturan la intención de la organización. A través de tecnologías de Inteligencia Artificial y Machine Learning, son capaces de crear de forma automática las políticas específicas y de aplicarlas a toda la red corporativa. De esta forma, se elimina la tarea de introducir manualmente esas políticas para cada intención y para cada uno de los dispositivos, como ocurre en las redes tradicionales.
Además, la red IBN está diseñada para detectar cualquier fallo de funcionamiento o seguridad y corregirlo de forma automática. Esto se da independientemente si estos fallos ocurren entre la captura de la intención o la ejecución de tareas específicas.
El propósito de la IBN es alinear de forma automática el funcionamiento y la oferta de la red corporativa con los objetivos del negocio, para acortar e incluso eliminar la brecha que existe entre ambos en las soluciones tradicionales.
¿Cómo funciona una red IBN?
La condición fundamental para el funcionamiento de la red IBN es que la intención propuesta pueda ser escrita en pasos de ejecución controlables y repetibles.
El proceso entre la captura de la intención de la organización y el diseño de las políticas específicas para hacerla efectiva se lleva a cabo por los controladores de la red. Todo esto en un ciclo cerrado de cuatro bloques:
- Traducción y validación. Una vez que la red captura la intención, comprueba que pueda ser traducida en políticas específicas y después lleva a cabo esa traducción.
- Implementación. Activación de las políticas específicas en la infraestructura de red física y virtual a través de procesos automatizados.
- Control. Recopilación y análisis constante de datos para la supervisión del estado de la red y de la ejecución de la intención.
- Optimización y remediación. A través del Machine Learning, la red IBN va eligiendo, implementando y manteniendo el estado óptimo de red y realizando las correcciones necesarias, todo de forma automática.
Diferencias entre IBN y SDN
Los conceptos de red definida por software (SDN) y red basada en la intención (IBN) son complementarios. Esto se debe a que la IBN se apoya en la SDN y supone, en la práctica, una evolución de la misma.
Tanto la SDN como la IBN se basan en un controlador centralizado que permite la administración conjunta de los dispositivos conectados a una misma red, en lugar de la administración individual de cada dispositivo.
Es el enfoque de la gestión automatizada lo que varía entre una y otra.
La red SDN está enfocada a la automatización de los componentes de la red y el diseño de la misma. IBN, en cambio, va un paso más allá y se enfoca en automatizar la gestión del comportamiento de la red y de supervisar que su diseño sea el adecuado para los propósitos de negocio que captura. Esto es a través de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Machine Learning.
De esta forma, IBN resta complejidad a la administración de la red corporativa tanto en lo referente a su diseño y despliegue como en lo referente a su alineación con los objetivos concretos del negocio. Este es un factor que no está contemplado en una red SDN.
Beneficios de la IBN para la organización
Muchas son las ventajas que aporta la IBN a la organización frente al resto de tipo de redes:
- Simplificación de las operaciones. Elimina los procesos manuales de configuración de políticas.
- Ahorro de costes operativos.
- Gestión proactiva. Las intenciones se validan antes de ser traducidas y la supervisión constante permite detectar y corregir cualquier fallo de ejecución o seguridad.
- Enfoque en los objetivos de negocio. La red funciona para captar y ejecutar de forma automática cada propósito corporativo definido.
- Innovación. Despliegue de una red escalable que incorpora nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial y el Machine Learning.
En Sothis, somos conscientes de la necesidad de nuestros clientes de contar con la últimas innovaciones tecnológicas, alinear las soluciones de tecnología con los objetivos de negocio y dotar de agilidad a la administración de su red corporativa. Por este motivo ponemos a su disposición una solución de red IBN diseñada específicamente para obtener los últimos avances tecnológicos en redes bajo un modelo de consumo por suscripción.