Gestionar muchas referencias de inventario o SKU no es algo intrínsecamente malo. A medida que una empresa crece y se expande a más canales de venta es inevitable que sus ofertas de productos aumenten. Esto es resultado de la respuesta a la demanda de los consumidores.
No obstante, si esta proliferación de SKU no se gestiona de manera eficaz, puede causar todo tipo de problemas. Estos pueden afectar su rentabilidad e incluso la satisfacción del cliente, dada la dificultad en una gestión eficiente. Algunos ejemplos:
- Ineficiencia. Recientemente una empresa de alimentación ejecuta una consulta que ellos ejecutan regularmente en su base de datos, nada especial. Esta ejecución no debería tardar más de 5 segundos en condiciones normales. Pero se dilata en el tiempo. Lo que más me sorprendió no fue la tardanza en sí, si no lo normalizada que estaba. Siendo algo que como digo ejecutaban a diario.
- Duplicidades. En otra empresa que se encontraba constantemente creando nuevos productos pues en función del cliente necesitaban darle un envase diferente al producto. Esto lo solucionaban creando otro igual y cambiando solo dicho componente. Esto complicaba bastante la gestión de las referencias.
- Falta de mantenimiento. En otra en cambio ya eran conscientes de que lo hacían mal teniendo multitud de registros en desuso que en ocasiones llevaban a errores, pero simplemente postergaban el ‘abrir ese melón’.
Como saber si es este tu caso. ¿Tienes referencias distintas de un mismo producto para cada cliente? ¿Multitud de SKU con diferencias mínimas? ¿El packaging de tu producto cambia con frecuencia? Si alguna de tus respuestas ha sido si, cógete un café y quédate leyendo, porque te resultara interesante el configurador de variantes.
Qué le permite a tu empresa el configurador de variantes
El configurador de variantes nos permite establecer una Superlista de componentes que se definirán en función de las características de los pedidos del cliente o definir variantes, combinaciones de componentes de esta Superlista matriz que pueden ser estocables.
Esto brinda una mayor facilidad en el mantenimiento de los registros de inventario al unificarlos en una única lista, evita duplicidades y simplifica la creación nuevas referencias.
De esta forma, podemos contemplar como variantes estocables los productos estacionales como para Halloween, Navidades, San Valentín, etc. También podrían ser variantes estocables los productos que tengan pequeñas diferencias bien sea por variaciones de tamaños o por cambios en el packaging.
También nos permite definir nuevos productos con más facilidad dentro de una superlista. Una vez configurado podemos ejecutar una simulación del configurador y ver como resultaría. Todo esto sin esperar a que llegue un pedido con las características deseadas.
Simulación del configurador con un ejemplo
En este caso las características que determinaran como será el pack de gominolas serán: el formato, el cliente que demanda el producto, la temática (si es que hay alguna) y el contenido del pack. Podemos ver que hay otras características abajo pero no son editables y se deducen de las anteriores.
Como vemos el contenido admite entrada múltiple, es decir podemos jugar con el contenido y establecer como se efectuará el reparto de pesos dentro del producto, si es equitativo o sigue alguna proporción concreta puede hacerse automáticamente, si sigue una lógica definida.
En este caso las características, formato y contenido determinarán los componentes, pero el cliente y la temática afectarán exclusivamente al enrutamiento del producto. Esto significa que, aunque los componentes sean los mismos las ordenes de impresión variaran imprimiendo la temática de Halloween en el film o bien cambiando el serigrafiado para la operación de IML (in-mould labelling) en el caso de una cesta o caja.
En la ejecución en simulación especificaríamos las características del producto de salida que deseamos y la lógica definida seleccionara los componentes necesarios para la fabricación de la superlista de componentes. Ejecutamos la simulación y podemos combinación de componentes que propone el sistema en base a nuestros requerimientos.
También es posible ver el escandallo y el desglose del coste que supone cada componente en la determinación del coste de nuestro producto configurado.
Aquí pueden reflejarse ya no solo los materiales, sino las operaciones que han de tener lugar con el coste asociado e incluso los costes indirectos que queramos cargarle al producto. Seguramente ahora te estarás preguntando ¿Y si quiero trabajar contra stock con algunas configuraciones concretas?
Es lógico que para las configuraciones más estándar se desee trabajar contra stock, para ello únicamente tendremos que definir esa variante como estocable lo que nos permitirá almacenar sin esperar a pedidos con las características dadas.
¿Es posible hace un plan de ventas sobre estos materiales configurables?
Por supuesto, la idea se basa en definir el volumen total de venta del configurable y e indicar el porcentaje de selección de una característica concreta para ese volumen. Esto nos permitirá preparar la materia prima y los semielaborados en función de cómo queramos trabajar.
En resumen, el configurador de variantes es una herramienta que nos permitirá simplificar en muchos casos nuestros registros de inventario en base a unas características de pedido cambiantes y dar salida de una manera más eficiente a las solicitudes de nuestros clientes, especialmente cuando los cambios son mínimos entre productos.
Además, es posible recurrir al configurador tanto para definir variantes estocables, como productos solo producidos bajo pedido, así como ajustar tanto los componentes de los productos como su proporción.
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