Aquellas empresas que ya tienen un sistema de consolidación asentado, quieren llevar su sistema al siguiente nivel y que este vaya más allá de la contabilidad financiera, tener una visión general que incluya aspectos tan importantes como la comparación real vs presupuesto y que ésta se pueda desagregar por características de análisis como familia de artículos o centros de beneficio.
¿Cuál es el reto? Lograr evitar que el presupuesto del grupo esté distorsionado por operaciones intercompañía que den lugar a cálculos de rentabilidades previstas erróneas y que en definitiva ponga en riesgo la rentabilidad de la empresa. En este artículo, te recomendamos cómo abordar esta cuestión.
¿Qué es la consolidación del presupuesto?
Empecemos por lo básico, un presupuesto consolidado es un presupuesto libre de las distorsiones de las operaciones intercompañía. Estas distorsiones hacen que veamos más gastos y más ingresos que los que de verdad son relevantes para el grupo, añadiendo incertidumbre al presupuesto y a los objetivos de la empresa.
Para llegar a ese presupuesto consolidado, debemos implementar una serie de estrategias a la hora de realizar la presupuestación.
Estrategia de consolidación del presupuesto
Lo primero y más importante es presupuestar las ventas con detalle de cliente (como mínimo) para que desde el cliente se herede la sociedad GL o el código que identifica la sociedad partner a la que se realiza la venta.
En este caso, se considera que la venta manda y se copian como compras en la empresa intercompañía. Además, este procedimiento incluiría las facturaciones tan habituales de “management fees” de aquellos grupos que tienen una administración o servicios centralizados.
Sobre este procedimiento genérico, matizamos:
- Considerar cuándo la venta en una empresa es de mercancía y el comprador lo considera como inmovilizado. En este último caso, el ajuste no podría ser directo. Esto se debe a que la empresa compradora no tiene un gasto o coste de adquisición.
- Tener en cuenta que no todas las empresas que se encuentran en el perímetro, consolidan por integración global.
En el caso de consolidación proporcional, tenemos que ajustar todos los gastos e ingresos (sean del grupo o no) a nuestro porcentaje. Después, proceder a la eliminación del 100% de estas operaciones en la sociedad dependiente y la parte del grupo en la sociedad dominante.
En el caso de las sociedades que consolidan por el procedimiento de puesta en equivalencia, ni tan siquiera incluimos sus presupuestos en la cuenta de resultados del grupo, sino que se realiza un ajuste final por el resultado esperado de esta compañía.
La tecnología nos permite gestionar estos procesos de forma ágil
Todos estos procesos pueden ser complejos y dar lugar a muchos archivos de excel, más si intervienen varios responsables (dirección financiera, dirección comercial, responsable de compras).
Es precisamente esta complejidad lo que dificulta que los presupuestos se realicen correctamente. Es habitual que se pierda información por el camino o no se tenga en cuenta todos los datos pertinentes.
Por tanto, para gestionar estos procesos complejos, se recomienda acudir a herramientas de software flexibles y configurables como los ERP.
Los ERP permiten definir procesos colaborativos en los que cada usuario tiene asignado una serie de tareas de presupuestación a realizar o informes a reportar. Además, mantienen la unicidad del dato maestro (unicidad de cuentas, materiales, clientes, etc.) y transaccional (importes extraídos directamente de la contabilidad o sistemas auxiliares.
Así, de forma ágil y sencilla, se logra un control total de los presupuestos y se garantiza la objetividad de la información resultante, haciendo que estas distorsiones de las que hablábamos al principio del post sean prácticamente inexistentes.
Desde Sothis, te invitamos a que nos expliques tu escenario de presupuestación consolidada. Con nuestra experiencia, te daremos una solución para que este proceso sea lo más ameno y científico posible, y que aporte calidad a todo tu reporting consolidado.