Una de las cosas más importantes que las empresas esperan de la tecnología, es que les ayude a operar y a gestionar su negocio de una manera más eficiente para conseguir los objetivos estratégicos marcados por la dirección y que en la mayoría de los casos se reflejan en la cuenta de resultados. Las organizaciones se encuentran con un mercado que cambia cada día y la clave de su supervivencia está en su flexibilidad para adaptarse a estos cambios y su capacidad de respuesta rápida a las nuevas necesidades y demandas de los clientes.
Para conseguir estos objetivos de eficiencia, adaptación y respuesta es imprescindible agilizar al máximo el proceso de toma informada de decisiones para que estas sean al mismo tiempo rápidas y adecuadas, y para que desencadenen acciones que tengan el impacto que se espera tan pronto como sea posible. Y esto sólo se consigue manejando una información entendible y completa prácticamente en tiempo real.